domingo, octubre 07, 2012

El amor, esa palabra...

Cómo aproximarse a esa palabrita corta y ahora afónica sin tratar de hilar finito y pensar en que todo pudo ser menos terrible. Las melodías son inolvidables. Las canciones lastiman y los gestos de cariño abofetean el alma.

Esa manía de escribir huevaditas, caray

Cuando el sol apenas entibiaba sus mejillas todavía no sospechaba lo que le esperaba: un camino difícil. Enfrentarse a los otros sin mas motivos que la emoción y el talento. Moverse entre ciegos y cojudos, arribistas, políticos y falsos buena gente es lo que toca. Despacito y sin saber cómo se avanza al empezar. A veces se cae y duele mucho. De los golpes se aprende, reza la vida. Reírse como si fuera la última vez es bueno. Sé feliz, al final de lo bueno te acordarás.

Ese día se va y viene el otro que también se irá y así hasta que uno se largue de aquí.
El mejor día de tu vida, un instante en la eternidad. Tu momento más agrio, la desgracia de todos.

¿Por qué?, te dirás. Guarda la calma, todo lo arregla el tiempo, tan lento a veces...
Duele, lo sé, pero habrá que hacer la suma de la resta para volver a caminar derechito y pensar que no es culpa de uno.

Sin prisa, amigo, todos hemos pasado por algo así, y hasta peor...
Todos no son yo, todos son otros.

No te esfuerces en aislarte, la vida te lleva a ser gregario y paria a la vez. Hacer del recuerdo una anécdota que no duela. Con el tiempo dolerá menos y te darás cuenta: "lo que el árbol tiene de florido vive de lo que tiene sepultado"

Árboles, esas sí que son cojudeces.

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