jueves, febrero 27, 2014

PORQUE EXISTE

Existe un orden que aún no se degenera. Fuera de la ciudad muchos incrédulos lo dan por extinto y otros más prudentes atienden a la razón del es posible o uno nunca sabe. Los años han consolidado el secreto que pocos han paladeado. Con invocaciones y tirones de pelo la llaman. Ninguna plegaria contenta lo suficiente. Es libre, imposible y como el viento parte de todos. Oculta detrás de lo cotidiano se aloja, en la flor del vecino, con la ropa tendida, junto a la escalera; ahí está. Nos mira, se burla y apenas bosteza cuando nos oye musitar deseos o milagros. De un millón uno, a veces dos, nunca mas de dos. Entre la niebla crece y te respira en la nuca. Con el sol se agranda el reflejo y muchos, todos creen que son las nubes. No. Es ella.

Suspendida con su aire prístino busca la mirada que anhele, el beso que conmueva y la sonrisa que sea honesta. Entonces se decide y cae rotunda para embargar con ímpetu el ser. No merodea, entra y chau, ya está. 
 
- ¡Caíste!, ruge empachada. Luego haces, haces mucho y no te rindes, le das vuelta, cambias el ángulo, buscas, cotejas e increíblemente todo transcurre despacio, estúpidamente despacio. No te preocupas, estás en la tuya, o mejor dicho con la de ella. No hay tiempo que perder, para qué descansar, a caso duermes un poco y listo. 
 
Cuando los escogidos crean, sus mentes viajan y nos dan sombra, se hacen formas simples, luego se transfiguran, vuelan y nos pasan los dedos por la cara; tú también puedes, susurran en ocasiones. Pero te rindes a la primera, no hilas fino, estornudas sin taparte, corres un poco para luego seguir algo que siguen todos, absolutamente todos. Ella los ve, los tienta y no puede. Falta perseverancia, sentenció hace poco.


Curriculum 
El cuento es muy sencillo
usted nace
contempla atribulado
el rojo azul del cielo
el pájaro que emigra
el torpe escarabajo
que su zapato aplastará
valiente

usted sufre
reclama por comida
y por costumbre
por obligación
llora limpio de culpas
extenuado
hasta que el sueño lo descalifica

usted ama
se transfigura y ama
por una eternidad tan provisoria
que hasta el orgullo se le vuelve tierno
y el corazón profético
se convierte en escombros

usted aprende
y usa lo aprendido
para volverse lentamente sabio
para saber que al fin el mundo es esto
en su mejor momento una nostalgia
en su peor momento un desamparo
y siempre siempre
un lío
entonces
usted muere.

M. Benedetti