Existe en el distrito de Aucallama, provincia
de Huaral un centro poblado de nombre simpático, breve y fácil de recordar a la
primera: Palpa. Llegar es fácil, dicen los huaralinos, cuando se les pregunta
con la mirada. El viaje es corto, porque la distancia así lo propone. El
trayecto, en cambio, resulta fascinante desde el principio y parece durar mucho
más de lo imaginado. Los sinuosos caminos, estrechos puentes y cómplices
paisajes labrados durante años proponen un recorrido distendido y la
experiencia de 20 minutos obliga a abstraerse de modo que cuando se llega se
comienza a vivir una nostalgia anticipada.
La tierra de los ricos duraznos, dicen
los lugareños, cuando se refieren a su terruño y desde hace unos meses añaden:
y también la tierra del huerto bendito. ¿El motivo? La Institución
Educativa N° 21554 José Olaya.
En mayo del 2015
empezó la historia que enorgullece al pueblo palpeño. El Programa Nacional de
Alimentación Escolar (PNAE) Qali Warma, cuenta con 220 usuarios del nivel
primario en la referida escuela. Es así que en el marco de gestión para la
articulación (despliegue que el mismo programa propone) se motivó a miembros
del CAE a generar espacios que resulten estimulantes y propicios para la
promoción de hábitos saludables. Les hablamos de tener un huerto escolar.
Al principio, como es
natural, había más dudas que seguridades, pero primó la cooperación y el
compromiso de los padres de familia, docentes y la comunidad educativa en
general. Formaron rápidamente un solo puño y empezaron a empujar el barco. El
trabajo lo organizamos en conjunto, cuenta el director. “los grados superiores
araban la tierra, los primeros grados sembraban y todos regábamos. La idea era
que todos nos mojemos”, dice y sonríe, visiblemente satisfecho.
Tuvieron
dificultades, sobre todo en el acceso al agua, debido a las condiciones
geográficas, pero consiguieron progresar notablemente, dejando atrás las
limitaciones y gracias a la asistencia técnica del programa pudieron empezar a
cosechar hortalizas y tubérculos. Ese fue solo el inicio, luego vino lo bueno.
Los capacitamos y les hablamos de tener aliados estratégicos. Fue así que el
CAE tocó puertas y recibieron el aporte de la empresa privada Country Home,
especializada en producir y exportar lechuga, ellos les facilitaron semillas;
luego, conjuntamente con Qali Warma, se comprometió a la Dirección regional de
Agricultura para que ésta les diera semillas, al igual la empresa privada. “Ellos
nos daban el insumo y nosotros poníamos el esfuerzo”, relata el director.
Cuatro meses y medio
después el huerto de palpa destacaba por sí mismo, ostentaban tubérculos,
verduras y hortalizas todavía nóveles, pero con gran futuro. Su progreso llamó
la atención y producto de ello en noviembre fueron distinguidos por FAO, siendo
reconocidos como un huerto escolar vitrina, debido a la implementación de
manera exitosa del huerto escolar.
La institución
educativa se convirtió en un referente exitoso a nivel nacional, por su
despliegue en la cogestión con instituciones del sector agrario y por el
compromiso entregado, ya que participaron en pasantías y capacitaciones, a
través de una alianza entra Qali Warma y FAO. El huerto escolar de la
Institución Educativa N° 21554 José Olaya cuenta con variados productos, que
van desde lechugas romanas, nabo, betarraga, rabanito, cebolla china, coles y
caigua, hasta maíz morado y chía.
FAO
potenció el huerto escolar, dotándolo de herramientas y semillas de acelga,
espinaca, rabanito y lechuga, entre otros materiales. Además, a manera de
incentivo recibieron un bono en efectivo de S/. 500 soles para comprar
implementos, el mismo que fue usado en la adquisición de una mochila de
fumigación y margueras.
A días de iniciar un nuevo año escolar, el compromiso se
mantiene más vivo que nunca y la meta es todavía más ambiciosa. “Este año daremos
qué hablar” advierte el director, mientras esboza una sonrisa de convicción
irremediable.
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